Felicidad / Infelicidad. Sus motivos

La felicidad no se alcanza, no se persigue, sino que se vive. Es como una mariposa, que contra más desesperadamente la persigues, más la empujas y cuando por fin te detienes exhausto y te tumbas en el suelo, viene sola y se te posa en el hombro.



La mayoría de las personas pasan por la vida sin ser verdaderamente felices, habiendo experimentado solo momentos fugaces de sentirse dichosos. La felicidad la valoran por contraste, solo en la medida en que perciben y sienten su habitual infelicidad.

La felicidad puede definirse como un dispositivo sirviente del sistema, que anima a las personas a correr de un lado a otro como pollos aterrados, persiguiendo algo que no saben como atraparlo. Indudablemente, la felicidad no se logra adquiriendo o mejorando estructuras físicas o materiales, como son el ampliar la casa, comprarse un vehículo nuevo, hacerse la cirugía estética, tener un hijo o adquirir una mascota con la idea de aplacar esa desconocida ansiedad o falta de sabor por la vida.

Ser feliz no es lo mismo que Estar feliz. Estar feliz es algo más bien transitorio que se logra momentáneamente por haberse comido un trozo de la tarta favorita. Se usa la misma palabra pero no es lo mismo. Para ilustrarlo, podríamos referirnos al adicto a una droga como podría ser la heroína, infeliz debido al daño provocado a su alrededor y a sí mismo. En el momento de administrarse una dosis, por efímeros instantes, se sentirá y estará feliz, pero ello no lo elevará nunca a la categoría de ser feliz. Hablamos de felicidad o de Ser feliz como estado, como actitud.

Por tanto, la felicidad es una actitud, no la consecución de una meta. Se es feliz ahora y en este momento y por ningún motivo en concreto, solo porque se decide serlo. Para ello debemos tener conciencia de la plenitud de cada una de las facetas de nosotros mismos.

Sentirse pleno significa tener llenos todos los vasos o botellas de nuestro ser y para ello nos debemos a los estímulos. Aunque ya se sabe que un vaso está medio lleno o medio vacío dependiendo de la persona que beba de él. Su aplicación pasaría por procurar llenarlos, con tal de serenar cuerpo y espíritu. Será tarea de cada uno interiorizar los nombres de estos vasos a llenar, ya que cada uno tendrá los suyos propios en la medida de necesitar más de unos que de otros. Los estímulos o inputs pueden ser del orden de alimentación, aceptación e integración social, baños de luz solar, cariño, amor y ternura, respeto de los demás, amor propio, autosuficiencia, etc.

El amor es una fuente inagotable de felicidad, refiriéndose al amor, como la forma más completa de entenderlo, eso es amor a la pareja, a la familia, al prójimo, a la vida, a la naturaleza, amor en general. La felicidad y el amor van tan unidos, que cuando se potencia el amor unidireccionalmente, trae de la mano la felicidad.

Existen dos tragedias en la vida. Una de ellas consiste en no lograr lo que el corazón desea. La otra consiste en lograrlo. Es mejor viajar colmado de esperanzas que llegar a puerto.

Siendo la felicidad algo tan controvertido desde los anales de la historia, reconciliar unos pocos motivos en los que todo el mundo coincida no dejaría de ser utópico. La síntesis de los motivos expuestos aquí son los siguientes:
- Tener las necesidades cubiertas o los vasos llenos de todo lo que necesita el espíritu.
- Mantener siempre viva una meta que estimule el entusiasmo y visualizar su relevo para cuando se alcance.
- Actitud proactiva en Ser feliz para así sentirse siempre feliz.